Cuando de disciplinar a nuestros hijos se trata nos puede venir a la mente la idea de o «todo» o «nada. También podemos llegar a pensar en que esto de disciplinar, menudo dolor de cabeza. Con el tema de la disciplina nos ayudará el tener flexibilidad de pensamiento y apertura ante lo importante que es dejar claro lo que se espera de ellos y las consecuencias de sus actos, porque, como todo en la vida, siempre hay una causa y un efecto. Nuestra coherencia y constancia serán otra pieza clave en el camino que, como padres, nos ayudará a formar seres humanos llenos de amor y con u gran sentido de justicia.
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