Cuando la vida no sale como queremos o sucede algo injusto, a menudo nos apresuramos a pensar que las cosas no deberían ser así.

Después de todo, ¿por qué le pasan cosas malas a la gente buena? ¿Y por qué nuestras buenas intenciones, a veces, se tuercen?

Cuando nos enfrentamos a situaciones difíciles o circunstancias injustas, nuestra tendencia es luchar contra ellas. Pensamos en todas las razones por las que esas cosas no deberían ocurrir, en lugar de aceptarlas como son.

Por desgracia, negarse a aceptar una situación crea mucho sufrimiento innecesario. Esto es algo que veo a menudo como psicóloga.

Algunas personas que vienen a mi consulta, han pasado años luchando contra la realidad. Y como resultado, no han podido sanar sus heridas emocionales.

Ahí es donde entra en juego la aceptación radical. Es una habilidad que suele enseñarse en la Terapia Dialéctica Conductual (DBT), un tipo de terapia que se utiliza con frecuencia para las personas con trastorno límite de la personalidad. Aunque, es una habilidad que, incluso, aquellos que no tienen el trastorno límite de la personalidad, pueden beneficiarse de su aprendizaje.

Así que, en este episodio de Vivir Sin Dramas, comparto contigo, cómo funciona la aceptación radical, los beneficios que las investigaciones han encontrado y cómo empezar a ponerla en práctica en tu propia vida.